viernes, 9 de enero de 2015
MODA - Una eterna e infinita competencia y un anticipo para el otoño
Los diseñadores han competido desde siempre en forma a veces disimulada y otras veces desesperada, por poner sus creaciones en lo más alto - y cotizado - de las preferencias femeninas a la hora de vestirse. No es novedad.
Pero últimamente, y al decir últimamente me refiero a las colecciones presentadas durante los últimos dos años, los diseñadores ponen en evidencia su rango de calidad - inalcanzables por sus precios, por su producción, por su áurea - no solo a través de sus magníficas colecciones (que a veces no son tan magníficas pero quedan de ese modo disimuladas), sino a través de espectaculares producciones en no menos espectaculares escenarios.
Michael Kors, Donna Karan, Jason Wu, Alexander Wang, Vera Wang, Carolina Herrera y muchos, muchos otros, son indudablemente más que bien conocidos y valorados, y seguramente sus índices de ventas les permite ganar mucho, muchísimo dinero. Y muchas veces sus colecciones son mucho más bonitas y deseables que las de aquellos, los que están en la cima del Everest.
Chanel y Dior compiten últimamente por sus grandiosas puestas en escena y locaciones. Para las últimas colecciones pre-otoño 2015 Raf Simmons, director creativo de Christian Dior desde 2012, eligió Tokyo, Japón, en una eficaz puesta aparentemente simple,
Nótese la tenue nieve que cae sobre el escenario
Raf Simons
aunque mucho menos espectacular y suntuosa que la de Karl Lagerfeld, el rey de Chanel, quien eligió Salzburgo en una muestra tan lujosa que asusta.
Para Chanel esto ya es costumbre. Normalmente elige locaciones especiales, a veces exóticas, para sus colecciones de pre-otoño, pre-verano o alta costura.
Obsérvese en estos modelos de Lagerfeld que sigue la tendencia de las flores aplicadas
¡Sí! Es que a las tradicionales colecciones de primavera-verano y otoño-invierno, masculinas y femeninas, hay que sumar esas otras que se han intercalado de manera que no nos pongamos ansiosas/os entre una temporada y otra.
Tal vez es eso lo que los hace tan geniales e inalcanzables. Tanta capacidad de diseñar, crear y producir tantas prendas, tantas colecciones, realmente es abrumadora.
Una/o no termina de apreciar una colección que ya está la otra pisándole los talones. El problema surge porque, precisamente, los diseñadores no tienen la necesidad de seguir una línea continua en sus creaciones, sino que adoptan muchas veces giros inesperados y rotundos, en colores, actitudes, posiciones, que hacen que la colección inmediatamente anterior se vuelva inmediatamente obsoleta.
En la última colección de otoño-invierno, para el otoño-invierno 2014-2015, Lagerfeld creó un gigantesco supermercado, con productos que exhibían las famosas marcas de Chanel, entre cuyas góndolas se paseaban, y compraban, las supermodelos.
Menos mal que aún queda mucho verano por recorrer.
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