Las primeras colecciones de Michele definitivamente no me gustaron. Me parecieron francamente un cambalache muy lejano al estilo elegante y clásico de Gucci. Las vi como algo que iba a la deriva, perdido entre lo homosexual, lo transexual y lo circense. Sin embargo, esta colección me encantó.
Tal vez es porque de a poco uno se va acostumbrando a la transgresión, y finalmente la acepta y la abraza. No sé, tal vez sea eso o tal vez sea que la moda es muy volátil - y yo también - y la percepción que tenemos de las cosas cambia como cambia el día a la noche.
Como sea, me encantó. Por eso este post es solo para Gucci y con muchos de los 71 looks que se presentaron en la colección.
Un descanso para comentar algunos detalles. Los zapatos con plataformas altísimas; zoquetes con sandalias; looks setentosos (los jumpers cortitos); abrigos elegantísimos (hay más a continuación); algunos conjuntos súper ponibles para el día; y los vestidos de fiesta... ah! los vestidos de fiesta! Hermosos, transgresores y románticos a la vez.
Los colores son protagonistas; el conjunto en impecable amarillo, el vestido verde, el vestido de fiesta en verde y degradés de magenta; las tradicionales tiras de Gucci en faldas, carteras, en los puños de los zoquetes; los impecables trajes y abrigos en telas exquisitas que parecen traídas de una corte italiana.
No faltan los looks con aire ochentoso, conjuntos de chaqueta y pantalón impecables, mangas abullonadas y otras geométricas, vestidos locos muy locos, y siempre el protagonismo del color.
Algunos looks me parecen impecables - como el vestidito en verde turquesa, con medias, sombrero y accesorios al tono -, y siguiendo la línea que ya viene imponiendo Miuccia Prada en su línea Miu Miu, las combinaciones más locas de falda y sweater o falda y blusa.
Algunas imágenes de las carteras y los espectaculares zapatos. Un detalle: pocas botas, tan solo un modelo.
Gracias vogue.com por las fotos.
HEBE
